En la región francesa de Midi-Pyrénées se halla el Valle del Lot, una de las zonas menos conocidas del país vecino plagada de paisajes y pueblos con mucho encanto, una gran opción para una escapada romántica y económica para disfrutar de buen vino, buena gastronomía y de paisajes de ensueño.

Viajar al Valle del Lot es vivir experiencias inolvidables a cada paso que demos. La mejor forma para conocer los pueblos y los parajes de la zona es sin lugar a dudas el coche, aunque el autobús es otra buena opción. En cuanto al alojamiento, en la zona accederemos a un amplio abanico de todos ellos, sobretodo casas rurales, campings y casas de agroturismo con tarifas muy atractivas para nuestros bolsillos.

En el Valle del Lot nos cruzaremos con pueblos y paisajes que nos dejarán sin aliento, una tierra que ha sabido como ninguna otra preservar una tradición, gastronomía, patrimonio y naturaleza como ninguna otra en Francia. El Valle del Lot, definido por el curso del Río Garona, se caracteriza por sus acantilados y viñedos, aunque también hay zonas de frondosos bosques con una gran riqueza en flora y fauna.

Uno de los pueblos más famosos del valle es Saint-Cirq-Lapopie. En este pueblo la arquitectura tradicional y los materiales que se usan en ella se han conservado a lo largo de los siglos, un auténtico pueblo de cuento de casas de piedra, madera y coloridos tejados rojos.

Otros pueblos que no nos podemos perder en nuestra ruta son Loubressac, de origen medieval, con una panorámica del valle impresionante y cuyos rincones más emblemáticos son la Iglesia de San Juan Bautista y el Castillo, el pueblecito de Autoire, para muchos el pueblo francés más bello puesto que se halla en el centro de un asombroso circo de acantilados y el pueblo de Cardaillac, cuya atracción principal es su fuerte, lugar donde se hallan la Torre de Sagnes, la Torre del Campanario y la Torre Redonda.

Por último, nos encontramos con la localidad de Carennac. Situado junto al Río Dordoña, el pueblo de Carennac posee un gran patrimonio cultural que data del neolítico puesto que en su entorno se pueden percibir los primeros asentamientos. Algunos de los lugares más enigmáticos de la aldea son la Iglesia Parroquial de San Pedro, un castillo y la conocida como Torre de Rapunzel, torre medieval que inspiró a los famosos Hermanos Grim a la hora de escribir el famoso cuento.