El turismo experimental ha aparecido como una nueva modalidad de viaje. Dejando de lado el modo ordinario de hacer turismo. Se trata de poner en funcionamiento nuestra imaginación y conseguir una escapada barata y original, con resultados imprevisibles y muy diferentes de los que estamos habituados. En este sentido, la planificación se ciñe, si acaso, al alojamiento, aunque con ese tema también se puede experimentar.

El turista experimental en la mayoría de las ocasiones se basa en las premisas de la casualidad y lo divertido a la hora de hacer turismo. Dejando de lado las típicas rutas y las aburridas visitas ordinarias a los lugares turísticos más interesantes, el turista experimental se deja llevar por las calles y barrios del destino que va a descubrir. Dentro del turismo experimental existe un amplio abanico de enfoques, de todo tipo y cada cual más original y estrafalario. En primer lugar nos encontramos con el denominado Alphatourism. Se trata de señalar dos puntos en el mapa en orden alfabético y recorrer la distancia que hay entre ambos. Así conocemos las calles y monumentos de la ciudad que estamos visitando. Otro enfoque del turismo experimental es el Cecitourism, en el que vamos con los ojos tapados y nuestro acompañante debe encargarse de guiarnos. El Ero tourism es otra forma de turismo experimental, ideal para hacer algo nuevo con nuestra pareja. Consiste en separarse en la ciudad y tratar de encontrarse en un punto. El Nyctalotourism, que consiste en visitar los monumentos y lugares más emblemáticos de un lugar pero solo cuando amanece o atardece. Otras formas alternativas para visitar una ciudad es realizando el Monopoly Turismo, usando el tablero del mítico juego de mesa siendo los dados los que decidan por nosotros qué visitar, o el Contra-Viaje, que consiste en fotografiar el lado opuesto a los monumentos típicos.

Por último, y cuando cae el sol, una de las formas más originales y atrevidas para conocer las zonas de marcha y el mejor ambiente es ir a un bar, preguntar a los camareros que trabajen ahí por otro bar y una vez en el otro volver a preguntar y así sucesivamente. Sin lugar a dudas, formas de hacer turismo nada usuales y muy motivadoras para pasar unas vacaciones emocionantes e imprevisibles.