Cuando preparamos nuestros viajes y escapadas, incluidas las de fin de semana, generalmente centramos la mayor parte de nuestra atención en lo que es el viaje en sí; es decir, en el precio que vamos a pagar, en que hay que preparar las maletas y la documentación y en como vamos a divertirnos esos días de ocio viajero. Sin embargo, existe un punto que olvidamos con frecuencia y que puede crearnos bastantes contratiempos y sinsabores, hasta el punto de estropearnos esos días tan especiales. Me refiero a cualquier incidencia, bien sea por enfermedad o de cualquier otra índole, que puede surgir en el momento más inesperado y, lo que es peor, fuera de nuestro país y de nuestro entorno más conocido.
Por ello, si recapacitamos un poco, reconoceremos la idoneidad de contar con un seguro de viaje como complemento para desplazarnos tranquilos por el país que hayamos elegido, sin que tengamos que ir pendientes de sorpresas desagradables que podrían ocurrir en cualquier momento. Como botón de muestra, decir que, por ejemplo, la asistencia de un hospital en Estados Unidos cuesta alrededor de 7.000 euros al día y si necesitamos ser repatriados, puede costarnos 70.000 euros.
Las inclusiones y las exclusiones de una póliza de seguro de viaje, son dos puntos muy importantes que debemos tener muy claros a la hora de elegir y de contratar. En relación al tema de salud que comentamos más arriba, debemos asegurarnos de la cobertura real que nos cubrirá en caso de evacuación y los límites en gastos médicos.
Caso de cualquier incidencia, necesitaremos tener a mano el certificado del seguro de asistencia en viaje. En él hallaremos el número de póliza y los teléfonos de contacto de la compañía aseguradora, quien se encargará de informarnos debidamente y con detalles, además de poner en marcha lo necesario para que nuestro contratiempo nos resulte lo más llevadero posible.
Debemos hacer hincapié en los detalles referentes a responsabilidad personal y si cubre daños materiales o personales a terceros. Debemos tener en cuenta que muchas pólizas tienen una serie de exclusiones en las cláusulas que hay que tener muy presentes y que pueden hacer que en un momento de necesidad no nos corresponda una asistencia determinada por parte de la aseguradora.
Para el caso de una supuesta cancelación de nuestro viaje o escapada por motivos imprevistos e inevitables, generalmente las pólizas de seguros de viajes suelen cubrir este tipo de incidencias. Sin embargo, hay que asegurarse siempre de las causas y motivos que pueden dar lugar a una supuesta cancelación, ya que, caso de que ocurra, la compañía de seguros va a atenerse exclusivamente a lo pactado en la póliza y podemos llevarnos alguna que otra sorpresa en ese sentido. Otro punto a tener en cuenta es observar si la póliza cubre la cancelación, si una vez comenzado el viaje debemos interrumpirlo por algún motivo mayor. Para esos casos, la garantía de cancelación nos garantiza el reembolso del dinero entregado como señal y retenido como indemnización por motivo de la anulación del viaje, pero siempre que lo anulemos antes del inicio. De todas formas, siempre existe la posibilidad de contratar un seguro de viajes que no incluya la garantía de cancelación. Este tipo de pólizas son más económicas, aunque tendremos que soportar el riesgo a incidencias por nuestra cuenta.
Foto: bugbog.com
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