Uno de los detalles que más destaca cuando se ha acabado de ver Cairo Time es la pobreza del guión y el exceso de paseos más o menos justificados por El Cairo, lo que la convierte más en una guía de viaje que en un auténtico drama romántico.
En Cairo Time, película irlandesa dirigida por Ruba Nadda, se vuelve a incidir en un exótico romance entre una mujer occidental y un hombre oriental. Ya todos conocemos ejemplos diversos y variados que tratan el mismo tema, aunque en diferentes ambientes. Recordemos, por ejemplo, «La pasión turca» o «El amante». En Cairo Time, la desconcertante y lánguida Patricia Clarkson acapara la mayoría de los planos del film y nos pasea, sola o junto a Tareq, su melancólico amigo que no acaba de lanzarse a una aventura amorosa, por lugares sorprendentes y de gran atractivo de la ciudad de El Cairo.
En general, la película cuenta con una gran estética y una excelente fotografía que nos mantiene interesados todo el tiempo y que hace que nos planteemos algún día pasear por los mismos lugares por donde nos lleva Juliette, la protagonista. Realmente, Cairo Time puede servirnos como referencia para que algún día surja en nosotros un deseo viajero hacia Egipto y a ser posible en alguna de nuestras escapadas románticas, en la que intentaremos disfrutar, aunque con mejores resultados que en la película, de toda la pasión y el romanticismo que un lugar así despierta y transmite.
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