En primer lugar, las habitaciones de todos los hoteles de Paris, incluyendo las de los mejores, tienden a ser pequeñas para los estándares internacionales (a veces muy pequeñas). Si quieres un montón de espacio para estirarte, descansar y estar cómodo, debes estar dispuesto a pagar una prima enorme.
En segundo lugar, algunos de los edificios más antiguos de la ciudad, son a menudo considerados como los mejores lugares para alojarse. Ten en cuenta que a veces no disponen de ascensor y tener que subir el equipaje por la escalera puede ser algo muy tedioso.
Algunos hoteles antiguos sí poseen elevador, pero generalmente puede ser utilizado por una sola persona a la vez, por lo que se puede llegar a tardar un poco en subir todo el equipaje a la habitación. Y en tercer lugar, es importante que sepas que no todos los hoteles de París cuentan con aire acondicionado, o si lo hacen, no necesariamente están instalados en todas las habitaciones.
Es posible que tampoco tengas a disposición el control del termostato en la habitación, así que verifica esos detalles con anticipación si es que estás planeando unas vacaciones en París para el verano. También ten en cuenta que el desayuno casi nunca está incluido en las tasas del hotel, y suele ser bastante costoso, por lo que generalmente es mejor comenzar el día desayunando en un café. Muy pocos hoteles de París cuentan con gimnasios y conserjes.
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