En Asturias se halla uno de los parques naturales más importantes de la Península Ibérica, el Parque Natural de Ponga. Situado en el concejo asturiano que recibe el mismo nombre, el Parque ofrece un sinfín de posibilidades para la práctica de actividades al aire libre, así como una gran riqueza biológica.
La belleza del Parque Natural de Ponga es enorme, ya que se mezclan zonas boscosas con otras de prados, teniendo de fondo altas montañas como Maciéndome o Campigüeños, que definen panorámicas indescriptibles. La riqueza faunística y florística del parque es muy notable, por su variedad y alto grado de conservación. Dentro de las especies vegetales que crecen en la zona destaca la presencia del castaño en el corazón del parque y son muy abundantes y frondosos los hayedos y robledales. En cuanto a las especies animales más representativas, hay que citar las rapaces y una de las aves más emblemáticas de la Cordillera Cantábrica, el urogallo. Además de esta innegable riqueza natural del parque, hay que destacar los pueblos de la zona, que han sabido conservar sus tradiciones, folclore, artesanía y arquitectura típica a lo largo de los siglos sin apenas sufrir cambio alguno. Destacan las villas de Beleño y Taranes, ancladas en el pasado y donde pasear supone realizar un auténtico viaje en el tiempo, y las localidades que se encuentran en el Desfiladero de Los Beyos, donde además podremos acceder a productos de gran calidad como el queso de cabra o vaca, realizado de manera artesanal y de un sabor delicioso.
La forma más sencilla de llegar al Parque Natural de Ponga es desde Cangas de Onís, tomando la N-625 y después la PO-2, carretera local que nos conducirá hasta Beleño. El Parque cuenta con alojamiento, sobre todo casas rurales encantadoras, pero una buena opción para descansar es encontrar alojamiento en sus pueblos, ya que la oferta es más amplia y variada.
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