Praga es una ciudad chulísima, una de las ciudades más bonita que he visitado los últimos años. Es como una ciudad de cuento, parece que en cualquier momento te puedes encontrar un hada o un gnomo andando por la calle. Con un millón de habitantes, Praga es la capital de la República Checa. Es conocida también como La Ciudad Dorada o La Ciudad de las Cien Torres y su ambiente medieval te transportará a otra época.

Si eres español, para entrar en Praga sólo necesitarás el pasaporte o simplemente el DNI. El idioma oficial es el checo, un idioma muy distinto al castellano y del que no entenderemos nada de nada. La moneda oficial es la Corona Checa (CZK), aunque según parece, quieren adoptar el euro a corto plazo. En cuanto a los precios en Praga, podemos decir que son relativamente baratos si los comparas con otras ciudades europeas. Por ejemplo, un abono de transporte de un día sale por 100 coronas, y el billete sencillo, 26 coronas checas. Una cerveza de medio litro nos costará 35 coronas y una salchicha típica callejera, 30 coronas. Con respecto al tiempo en Praga, es muy variable, por lo que es recomendable que te informes bien antes de viajar porque la ropa de tu equipaje debe ajustarse a la época del año en que vayas a planificar tu viaje. La temperatura media en verano no es muy alta, unos 17ºC de media, pero hay un 40% de humedad, por lo que puede llegar a ser bastante agobiante. La primavera y el verano son las mejores épocas para visitar la ciudad, ya que las temperaturas son suaves, aunque normalmente llueve bastante. Los meses ideales son mayo o junio. La temperatura media en invierno es de 0ºC y las máximas rondan los 3-4ºC, por lo que, a no ser que quieras contemplar la ciudad nevada, una estampa preciosa, es preferible que huyas del frío para hacer tu escapada más agradable.

A Praga puedes llegar en coche, en tren, en autobús o en avión, para mi, la forma más cómoda. El punto de entrada principal a la ciudad es el Aeropuerto Internacional de Praga, a unos 15 km de la capital. Podemos encontrar vuelos baratos que ofertan compañías de bajo coste como son Vueling (desde Barcelona) o Wizzair, desde Madrid. Además están los vuelos last minute o de última hora, billetes que salen a la venta unas pocas horas antes de la salida del vuelo y con los que te puedes ahorrar una pasta ya que son muy baratos.

En cuanto a los hoteles, con respecto a otras ciudades europeas, son bastante baratos. Puedes reservar una habitación doble en el centro de la ciudad por tan solo 40 euros. Las zonas más recomendables para buscarte tu hotel son el distrito 1 y 2 situados en la zona céntrica. Una zona ideal para alojarte es La Plaza de la Ciudad Vieja o del Puente Carlos y la Plaza de Wenceslao, cerca de la cual se encuentran algunos de los hoteles más lujosos de la ciudad, aunque también podrás encontrar hoteles baratos por la zona.

Solo os he comentado algunas cosas de Praga, pero os digo que os encantará esta ciudad si al final os decidís por ella para vuestras próximas vacaciones.