Si está pensando en viajar a Dublín, Irlanda, probablemente es consciente de la riqueza que tiene el lugar en cuanto a historia, pues los celtas de Irlanda dejaron un gran legado como la leyenda del Rey Arturo, si bien ahora su rugido ha quedado apagado como un murmullo y que por esta misma razón, le hace un excelente momento para visitarla.
Por un lado está la fugaz prosperidad que trajo el desarrollo. Este desarrollo fue impulsado por los inmigrantes que abarataron la mano de obra local, mejorando la salud de la economía y que a la vez contribuyeron al multiculturalismo que pone hoy a Dublín a la par de las grandes ciudades europeas.
Si bien es cierto que Dublín es una ciudad pequeña, cuya población es de 1.4 millones de personas (más de la mitad menores de 28 años), su centro cubre sólo tres kilómetros cuadrados, así que es una ciudad fácil de conocer durante unas vacaciones.
Si usted está buscando conocer la historia de Irlanda y su cultura sabrá que Dublín está llena de narraciones de invasores, saqueadores y rebeldes que podrá encontrar en los excelentes museos y galerías.
Pero si prefiere unas vacaciones con diversión en Dublín hay cafés, bares y clubes en cada esquina para pasar un buen rato.
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