Sesión de masajes con piedras calientes en casa

Sesión de masajes con piedras calientes en casa

Las veces que usted haya podido acudir a un centro de spa, es muy seguro que recordará la sesión de masajes con piedras calientes de manera especial. Esa misma sensación la puede revivir en casa y en el momento que usted más quiera. Veamos como podemos hacerlo realidad.

Sin importar el origen de los masajes con piedras calientes, el tipo de piedras utilizadas y el porqué usualmente vemos que son de color negro, no podemos negar que una sesión de masajes con piedras calientes nos brinda altos índices de relajamiento y bienestar. Solo sabemos que algo tiene que ver con la temperatura a la cual se calientan y la manera paulatina con la que se enfrían.

Lo que necesitamos para un masaje con piedras calientes

Primeramente necesitamos las piedras. Estas las podemos comprar en cualquier casa naturista o en los mismos centros de spa. Muchas veces durante algún viaje podemos encontrarnos con piedras similares de forma ovaladas y de distintos tamaños. Puede recolectar algunas y no importa si no son negras ya que no las vamos a calentar exponiéndolas al sol ni con luz infrarroja. Necesitamos una pequeña estufa eléctrica, un termómetro con escala hasta 100° C, un recipiente mediano y aceite, que puede ser aceite neutro de almendras.

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Las piedras calientes y la sesión en casa

Procedemos a calentar las piedras. Coloquémosla en el recipiente con agua y controlemos la temperatura hasta llegar a un rango entre 50 y 65 °C  y mantengámosla a ese nivel regulando la intensidad de la estufa. A la vez podemos aprovechar el agua para calentar un poco de aceite mediante baño María.

Acomódese bien sobre su cama o el piso colocando algunas sabanas para obtener un poco de comodidad. Tenga a la mano la estufa con las piedras a la temperatura ideal. Aplíquese el aceite sobre su espalda y comience a colocarse las piedras calientes sobre la misma de preferencia sobre toda la columna vertebral (desde la nuca hasta llegar a los glúteos). A medida que una piedra se enfría vaya cambiándola por otra caliente. Otras zonas para colocar piedras son ambos costados de la espalda, sobre el vientre, frente, barbilla, mejillas, brazos y piernas. Si desea pasar a los masajes solamente haga una ligera presión de las piedras con el cuerpo dibujando un “ocho”.

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Una media hora de sesión de masajes con piedras calientes en casa es suficiente para lograr reducir ciertos dolores musculares, inducir al relajamiento, reducir el estrés y alcanzar un equilibrio corporal.

Foto: flickr.com/photos/witchesfallscottages/5798833528
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