Como un destino durante todo el año, los Alpes franceses ofrecen una zona verdaderamente impresionante que se extiende desde las primeras elevaciones cerca del mar Mediterráneo hasta el cantón del Valais.
Mont Blanc a 4.810 metros de altura es la montaña culminante de los Alpes y el punto más elevado de Europa Occidental. Estos picos espectaculares ofrecen varios días, si no años de posibilidades de exploración.
La variedad del clima depende de la altitud a la que se encuentre pero se distinguen cinco tipos de ambientes en la montaña. Las tierras bajas conducen a la zona de cultivo que se convierten en el lugar de bosques subalpinos. Por encima de éstas se ubica la zona alpina donde se pueden apreciar diferentes hierbas y flores silvestres. Aquí la nieve es escasa pero, por supuesto, el paisaje es impresionante.
Es imposible hablar de los Alpes franceses, sin pensar en posiblemente el mejor esquí del mundo. Entre las estaciones de esquí más famosas se encuentran: Les Trois Vallées, Killey Espace y Serre Chevalier, pero hay cientos de ellas más pequeñas ocultas entre los picos.
Las montañas se formaron al producirse una serie de movimientos tectónicos desde África hasta Europa del Sur, proceso que todavía está en curso.
Los Alpes no son una barrera impenetrable, el mundo sabe de Aníbal cruzando con elefantes para tomar el Imperio Romano. Pero no sólo los guerreros se han encaminado a las montañas, a través de los siglos comerciantes, estudiantes y peregrinos se han dirigido a ellas.
Bien vale la pena la visita en cualquier época del año, ya sea para disfrutar de actividades de invierno o simplemente para encontrar un sitio donde acampar y permanecer en los meses de verano.
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