Cantabria posee algunos de los parajes y parques naturales más impresionantes de la mitad norte peninsular y el Parque Natural Saja-Besaya constituye un claro ejemplo de ello. Puede ser un lugar ideal para escapar de la monotonía y disfrutar de un fin de semana de ecoturismo en Cantabria.
El parque comprende un total de seis municipios: Los Tojos, Ruente, Cieza, Arenas de Iguña, Hermandad Campoo de Suso y Cabuérniga, todos ellos con localidades, tradiciones y gastronomía excelentes. El Parque Natural Saja-Besaya se caracteriza por intervalos de bosques y extensas y verdes praderas. El árbol predominante es el roble, siendo algunas de las especies más singulares el roble viejo y el de Buzalgoso. En cuanto a la riqueza faunística de la zona, destaca la presencia de animales especialmente amenazados como es el caso de la nutria o el lobo, pero el gran protagonista es el oso pardo. También hay aves tan atractivas como el águila real. Además, el parque se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los destinos favoritos de los aficionados a presenciar el berreo de los ciervos, un gran espectáculo natural. Además del patrimonio biológico del parque, también hay que añadir la arquitectura popular que se ha mantenido intacta en los pueblos de la zona a lo largo de los siglos. Algunas de las visitas obligadas son las del Puerto de la Palombera, el Paso de la Tudanca, y Bárcena Mayor. Algunos de los acontecimientos y festividades tradicionales que se dan en el parque en verano son la Fiesta del Cocido, que se celebra en septiembre en Ucieda, y la subida de más de cinco mil cabezas de ganado a los puertos de Sejos en junio, un espectáculo incomparable.
Es muy sencillo llegar al Parque Natural de Saja-Besaya, tomando la carretera C-625 que atraviesa ambos valles. En cuanto al alojamiento, hay una gran variedad en las localidades de Cabuérniga y Los Tojos, hostales, hoteles y casas rurales con mucho encanto y con tarifas muy asequibles.
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