El Torcal de Antequera, provincia de Málaga, es un maravilloso ejemplo de paisaje kárstico “paisaje calcáreo”, el más impresionante no sólo de España sino de toda Europa. Su extensión superficial, incluida la contigua Sierra Pelada, es de unos 20 kilómetros cuadrados. El Torcal Alto, en sus aproximadamente 600 hectáreas, cobija callejones, agujas, torres, murallas y las más variadas y caprichosas formas de piedra moldeadas durante milenios por el agua, el viento y el frio periglaciar.


Cualquier descripción aparece insignificante delante de nuestros ojos. La vida de la roca en blanco y gris crea estampas maravillosas de un paisaje abrupto.
Su flora, pobre en época estival, se descubre al llegar la primavera o tras las primeras lluvias de otoño, y sobre las grietas de los altos paredones calizos o al pie de acantilados, sobresalen peonías, zarzas, hiedras, cubriendo las figuras, o multitud de especies de orquídeas espontáneas de este paraje.
Sobrevuelan su cielo águilas, buitres, cernícalos, lechuzas y multitud de “pajarillos” que llegan en su época de cría o se instalan definitivamente en el Torcal. Lagartijas, serpientes y víboras salen de las grietas de sus roquedos.
No se arrepentirán los visitantes del Torcal, de sus bellezas naturales superiores a la de cualquier otra zona cárstica y comparable con grandiosos y rudos paisajes cársticos de todo el mundo.
SUELOS:
El agua de lluvia, arrastra los componentes de la disolución de la caliza hacia zonas bajas que por su color rojizo se denominan “terra rossa”. El mayor desarrollo de los suelos corresponde al fondo de las dolinas y callejones.
AGUAS:
Penetra en el macizo a través de grietas y dolinas circulando por un medio muy fisurado. La descarga tiene lugar en un 80 % por el borde norte, en el manantial de la Villa. El agua analizada en el manantial de los Berros, de iguales características, es de tipo bicarbonatada – cálcica de muy baja mineralización y con muy pocas variaciones a lo largo del tiempo. En la ladera Sur de la Sierra del Torcal, aparecen otros afloramientos de aguas subterráneas, en la Venta del Rosario, Cortijo los Pilones, etc.
CLIMA:
Mediterráneo de media altitud, semihúmedo, con tres meses de invierno y precipitaciones alrededor de los 1000 mm anuales. Los meses de estación estival están muy marcados con la sequía. Vientos de componente Sur-Este con alto porcentaje de humedad, lo que provoca una gran cantidad de nieblas. La existencia de callejones y dolinas en la zona, causa la existencia de dos microclimas bien diferenciados.
El Torcal de Antequera constituye el macizo Cárstico mejor conservado de Europa, y es uno de los lugares que tenemos que visitar alguna vez en la vida, perfecto para una escapada de fin de semana. Definido como Karst tipo periglaciar, se ofrece como una amplia meseta caliza, alargada de Este a Oeste, con planta aproximadamente ojival y con el vértice afilado dominando el portillo de la Boca del Asno. Los estratos rocosos de la sierra se disponen horizontalmente o algo basculados hacia el Sur. Distinguiéndose claramente una doble red de fracturas: una primera moderada, dirección N 35º que ha dado lugar a las diaclasas y una segunda más fuerte, de dirección N 345º, que ha producido la red de fallas.
Sus materiales se depositaron hace más de 200 millones de años en una amplia zona marina, Mar Tetis, que durante todo el Secundario se extendía de Este a Oeste, por lo que hoy es Andalucía. En sus fondos se fueron acumulando depósitos de materiales y entre ellos caparazones y restos de animales, fósiles que hoy despiertan la curiosidad de los visitantes.

Los procesos de sedimentación, durante todo el Jurásico, fueron continuados por empujes, tectónicos, pliegues y fallas, formando la Cordillera Bética, uno de cuyos eslabones lo forma el Torcal de Antequera. Tras el plegamiento principal en el Mioceno Superior, El Torcal queda ya configurado plenamente en su estructura y se inician los procesos de disolución kárstica. Los esfuerzos característicos de la orogenia Alpina, da como reacción un sistema ortogonal de diaclasas y red de fallas. La elevación continuada, provocaría un aumento simultáneo de los procesos erosivos y un encajamiento cada vez mayor de las formas kársticas. Durante el Plioceno (última periodo de la edad Terciaria), el clima cálido y húmedo actuaría sobre el macizo, configuración que continuaría a lo largo del Cuaternario hasta la primera glaciación.
El clima periglaciar intenso dio lugar a gran cantidad de formas típicas que se conservan; los efectos erosivos de tipo periglaciar: hundimiento por el relleno de nieve en las depresiones y corredores, efectos de gelifracción, etc.; predominan sobre los de disolución. A su término, las grandes lluvias producirían un limpiado importante de las partes más altas, dejándolo en una configuración similar a la actual. Observamos un karst fósil, aunque ello no implica que su evolución no continúe en parte, sobre todo al nivel del relleno de las dolinas y corredores kársticos, gracias a las elevadas precipitaciones y especiales condiciones de humedad, suelo y vegetación.
En base a sus características geográficas, botánicas y orientación distinguimos:
SIERRA PELADA:
Situada al Este del Paraje y limitada por el Torcal Bajo, que la separa de la Sierra de las Cabras y el puerto de la Boca del Asno. Paisaje kárstico poco pronunciado, con una extensa área de lapiaz y con frecuentes dolinas. Su cota máxima es de 1.154 m en el llamado Camorro de los Monteses o Cerro del Repetidor. Vegetación muy degradada, compuesta por pastizales xerófilos y núcleos de espinos majuelos, aulagas y pequeñas y perdidas encinas.
TORCAL ALTO:
Al suroeste del Paraje, encierra la mejor zona de relieve kárstico del macizo y más elevada. Una gran cresta rocosa, Las Vilaneras, la separa del Torcal Bajo. Alberga el Centro de información del Torcal. Relativamente llana con estratificación tabular, al Norte y al Sur se disponen fuertes acantilados. Presenta una abigarrada red de hoyos o dolinas cerradas con estrechos callejones. Su cota máxima a 1.339 m de altura en el Mástil de los Montañeros.
Medio rupícola por excelencia en el que destaca la profusión de los roquedos y paredes verticales donde abunda gran parte de la fauna presente en la sierra. Destacan las muchas especies vegetales endémicas de la zona.
TORCAL BAJO:
De orografía más suave y con pendiente gradual hacia el Noreste. Es una meseta escalonada, limitada al norte y sur por abruptos acantilados; al oeste por el Torcal Alto y al este por Sierra Pelada. Las cumbres de las Vilaneras al sur es una de esas zonas rocosas características ya en el límite con el Torcal Alto.
La cubierta vegetal se presenta en un estado de degradación, debido a la intensa presión humana. Contiene restos históricos y culturales relacionados con los poblamientos de épocas pasadas.
LAS ESCALERUELAS Y CORTIJO DEL NAVAZO VERDE:
Parte más occidental del Torcal. Las “Carihuelas”, antigua calzada romana se sitúa a 1000 m. de altura. El Navazo es una zona tradicionalmente agrícola. Comunidades adaptadas a la alta nitrificación por los residuos agrícolas – ganaderos. Escaso valor paisajístico y de difícil acceso. No ha estado señalada anteriormente por ninguna ruta.
NACIMIENTO DE LA VILLA Y ESTACIÓN NORTE:
Falda norte, en contacto con la zona cultivada de Antequera. Debido al acuífero que lleva su nombre aparecen comunidades adaptadas a este ecosistema.

En nuestra escapada al Torcal de Antequera, podemos alojarnos en diversos hoteles, pensiones, hostales baratos, casas rurales, bungalows, campings, etc.; que nos ofrece Antequera y los pueblos cercanos, como Fuente Piedra, que además nos deleita con la famosa Laguna de Fuente Piedra, lugar donde podemos observar miles de flamencos rosados, y por lo que es conocido a nivel internacional.
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Fuente: Turismo de Antequera