Sierra Morena, una cordillera que ocupa territorios de Badajoz, Ciudad Real, Huelva, Sevilla, Córdoba y Jaén, es uno de los destinos rurales más destacados del sur de la Península Ibérica. Popularmente conocida como tierra de bandoleros, en Sierra Morena encontraremos parajes, pueblos y monumentos naturales de gran atractivo.
Son muchos los itinerarios y rutas que se pueden llevar a cabo en Sierra Morena gracias al amplio abanico de localidades y parajes que engloba. Algunas de las localidades y villas más interesantes para visitar durante nuestra ruta en Sierra Morena son Posadas, la población de San Nicolás del Puerto, desde donde nace el Río Ribera del Huéznar, Hornachuelos, Las Navas, rodeado de extensas dehesas, Cazalla de la Sierra, el Cerro del Hierro, cuyo atractivo turístico principal es su antiquísima explotación minera, Alanís y Guadalcanal. Una de las rutas más populares entre los senderistas es la que comienza en la Sierra de Hornachuelos. El paisaje de la Sierra de Hornachuelos se caracteriza por las dehesas de alcornoque y encina y por formaciones rocosas accidentadas, parajes que sirven de hogar para una fauna y flora de gran valor. La fauna es muy variada, siendo algunas de las especies más significativas el búho real, el buitre negro, el lince y especies cinegéticas como el ciervo o el jabalí. El agua cobra también gran protagonismo en Sierra Morena, puesto que la cordillera cuenta con saltos de agua, cascadas, embalses, ríos y arroyos donde los bosques de ribera definen el paisaje. Los amantes de la pesca encontrarán en esta ruta rincones acuáticos ideales para la práctica de la pesca como el Embalse de El Retordillo o el Río de Bembézar.
El Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla es también un paraíso natural, una tierra de dehesas donde reina la tranquilidad y donde el hombre ha sabido realizar un uso responsable de los recursos naturales a lo largo de los siglos, en perfecta armonía con la naturaleza.
La última jornada, también pasada por agua, la pasamos por Sierra Madrona y por parte de la Sierra Morena castellana. Esta comarca es una verdadera pasada, pues se combinan parajes montaraces con aldeas, minas, pueblos y vegas habitadas, existen umbrías espectaculares con un rico monte mediterráneo subhúmedo y solanas con grandes cortados rocosos salpicados por abundantes enebros (algunos de grandes dimensiones), hay gargantas y hoces fluviales con repisas pétreas que hacen estremecerse al bichero desde la distancia… Los numerosos ríos y arroyos iban crecidísimos –algunos incluso desbordados-. Todo el área tiene muy buena pinta y merece sobradamente la pena dedicarle unos días en exclusiva. Los alados apenas asomaron el pico entre las copiosas mantas de agua, aunque un buen grupo de buitres Gyps fulvus se mostraron mientras se secaban en los crestones cuarcíticos de la sierra.