Siempre que preparamos un viaje, unas vacaciones o una escapada solemos dar un último repaso antes de salir, tanto al equipaje como a otros detalles que creemos de importancia. Sin embargo, cada tipo de viaje requiere que tengamos en cuenta una aptitud diferente en función del tiempo que vamos a pasar fuera de casa y del medio en el que vamos a movernos.
El ambiente de cruceros también tiene sus peculiaridades y detalles que debemos considerar. Si conocemos de antemano las aptitudes básicas a seguir, sin duda nos ayudarán a sacarle el máximo partido a nuestra experiencia viajera, tanto si es fluvial como marítima. Os dejamos algunos pequeños consejos de salud a tener en cuenta, que puede resultaros de bastante utilidad y que evitarán posibles contratiempos que podrían afectar al buen funcionamiento de esos días tan especiales, en los que estamos viviendo una gran experiencia dentro de un barco.
Prestar mucha atención a la calidad de los alimentos que comemos
De entrada, todos sabemos que en cualquier crucero existen unos responsables encargados de cuidar de la calidad de los alimentos que se consumen en el barco; sin embargo, ello no quita que debamos estar un poco alertas e informar inmediatamente si se nota alguna anomalía en la comida o en la bebida. Es preferible una falsa alarma que dejar que por omisión se ocasione algún tipo de problema digestivo que pueda extenderse al resto de los viajeros. La misma reacción debemos tener en los casos en los que encontremos a alguien vomitando o con diarrea. Lo más prudente en principio es alejarnos e informar cuanto antes al personal del crucero.
Excursiones
El cuidado con el consumo de agua y de alimentos en los puertos donde bajemos a tierra es de gran importancia. Cuando realicemos una excursión, pensemos sobre todo que vamos a encontrarnos y a mantener un contacto directo con nuevas formas de vida y con comportamientos diferentes. Ello requiere que seamos un poco prudentes en ciertos aspectos y mantengamnos unas normas de higiene estrictas para prevenir el contagio de enfermedades.
Prevenir el contagio de enfermedades
Las instrucciones para evitar ese tipo de problemas son fáciles de llevar a cabo pero a su vez muy a tener en cuenta. Por ejemplo, debemos lavarnos las manos en determinadas situaciones, como sería el caso de hacerlo antes y después de comer, de tocar alimentos, de fumar, de beber, etc. En general, hacerlo siempre al realizar cualquier actividad para la que haya que tocarse la boca, e incluso la cara, con las manos.
Foto: flickr.com/photos/ktrito/6444647101/
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