La infraestrucura de transportes públicos que nos ofrece Madrid nos permite en un solo día alejarnos a diferentes puntos del país, disfrutar de una excelente escapada y regresar de nuevo a la capital. Para los trayectos cercanos podemos utilizar trenes de cercanías, autobuses o el propio coche. Sin embargo, si se trata de desplazamientos de más distancia, tendremos que echar mano al avión o al tren de alta velocidad (AVE). Hay que tener en cuenta que durante las vacaciones de Semana Santa podemos encontrarnos con ciertas restricciones en los horarios de los transportes públicos, tanto en trenes como en autobuses interurbanos. Por ello, es conveniente tener preparado nuestros planes de viajes con suficiente antelación y realizar las reservas con tiempo.
Las ideas y las posibilidades para viajes de un solo día desde Madrid serían muchas. Sin embargo, os dejamos algunas propuestas que nos han parecido interesantes e ideales para todos aquellos que deseen no perderse las vacaciones de Semana Santa, aunque deban regresar cada noche a la capital.
Toledo
Esta ciudad es encantadora, además de contar con un pasado histórico impresionante. Si llegamos en tren, desde la estación de Toledo hasta el casco antiguo no hay demasiada distancia, aunque sí encontraremos demasiadas cuestas. Para evitarlas, podemos tomar un autobús o un taxi que nos lleve hasta la Plaza de Zocodover, que es la principal en la ciudad. Una vez allí, encontraremos la Catedral, la judería y el Alcázar. Si nos queda tiempo aún, no debemos perdernos conocer la obra pictórica de El Greco, la Mezquita del Cristo de la Luz y la de Tornerías, y pasear por la zona de los Cobertizos. Para comer, Toledo dispone de excelentes restaurantes a precios asequibles.
El Escorial
El monasterio de El Escorial es una imponente construcción realizada por los Austria. Se puede llegar en autobús público, además de aprovechar alguna de las excursiones que suelen salir desde la Plaza de España de Madrid. Si queremos utilizar el autobús público, podemos hacerlo desde Moncloa y tomaremos el número 664, que nos costará 4 euros que pagaremos al conductor. El trayecto se realiza por autovía y suele durar alrededor de cincuenta minutos. Una vez en El Escorial, tardaremos 5 minutos a pie en llegar al Monasterio. Entre las muchas curiosidades que encontraremos en su interior, destacamos el Panteón de los reyes y de los infantes, además de la impresionante biblioteca que guarda muchos miles de volúmenes. La entrada cuesta 10 euros, a los que debemos añadir 4 más que nos costará el guía, imprescindible en un lugar tan impresionante. La visita puede hacerse en una mañana, aunque necesitaríamos el día entero para verlo todo. Los miércoles y jueves por la tarde el acceso es gratuito. Con suerte, podremos encontrar algún aparcamiento gratis en el Paseo Carlos III. Si no logramos aparcar allí, nos dirigiremos a la Avenida Juan de Borbón y Battenberg donde siempre suele haber disponibles aunque con parquímetro.
Segovia
Por los restos arqueológicos encontrados, Segovia tuvo un pasado romano. Más tarde, en época de Al-Andalus se construyó una fortaleza sobre la que con el tiempo se erigiría el actual Alcázar, que junto con su Acueducto es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Los primeros documentos que se refieren a él datan del año 1122, aunque no fue hasta el año 1155 cuando ya aparece con su nombre actual. Por su seguridad y por su proximidad a las zonas de caza, en la Edad Media fue residencia favorita de los reyes de Castilla. Después de pasar a ser prisión del estado, Carlos III la convirtió en Real Escuela de Artillería.
La ciudad cuenta con excelentes restaurantes para todos los gustos y bolsillos, en los que se recomienda comer judiones y, por supuesto, cochinillo de la mejor calidad. Por ejemplo, La Granja de San Ildefonso es un lugar ideal para comer y donde proliferan los restaurantes. Cerca de allí existe una zona de recreo llamada Boca del Asno, que es ideal para disfrutar del buen tiempo primaveral durante un día de Semana Santa.
Como todas las ciudades monumentales, Segovia tiene problemas de aparcamiento, por lo que puede que tengamos que dejar el coche en las afueras. A veces, en la zona cercana al Acueducto se puede encontrar una zona azul disponible.
Valencia
Para los que deseen alejarse un poco más, Valencia puede ser un buen destino. Porque esta ciudad está considerada como una de las más dinámicas de España. Para ir y conocerla en un solo día debemos tomar el tren de alta velocidada (AVE). El viaje nos llevará 1 hora y 50 minutos. Aunque los precios de este tren suelen ser algo caros, si reservamos con antelación tendremos un ahorro considerable. Aunque Valencia tiene mucho que mostrarnos, al menos haremos un viaje fantástico de un día de duración y viviremos una experiencia agradable al recorrer sus calles, sus monumentos y conocer a su gente.
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