El municipio de Caldes de Montbui, en la provincia de Barcelona, es conocido sobre todo por su actividad termal, que ya desde la antigüedad se viene explotando, gracias al afloramiento de aguas que llegan a una temperatura de hasta 74° C, una de las más altas de Europa. Además de una larguísima historia, un entorno natural envidiable y unas arraigadas costumbres, tradiciones y fiestas locales, sus instalaciones balnearias son su mayor patrimonio, así como las antiguas termas romanas, las mejor conservadas de toda la Península Ibérica.
Este recurso, citado ya por Plinio el Viejo y Virgilio como “Aquae-Calidae”, nombre del que proviene el actual topónimo de la villa, fue aprovechado en sus tiempos por los romanos. En la segunda mitad del s. XIX Caldes de Montbui se convirtió en la primera estación balnearia de Catalunya y la segunda de España, llegando a contar en 1844 con ocho balnearios y dos hospitales. Siguiendo la línea de los principales centros termales del resto de Europa se fueron construyendo magníficas instalaciones destinadas a la salud, ocio y descanso de los incipientes turistas, provenientes de la creciente burguesía de la época que empezó a poder permitirse, al menos para una parte de la población, el lujo del entonces llamado “veraneo”.
Hoy en día los establecimientos abiertos son tres, totalmente actualizados en lo que respecta a sus instalaciones, pero manteniendo el espíritu de ambientación modernista que los hizo famosos en su momento. El Hotel Balneari Broquetas, el Hotel Balneari Termes Victòria y el Hotel Balneari Vila de Caldes son la piedra angular sobre la que se sustenta una actividad turística que incluye también puntos de interés como la Font del Lleó, originaria del s. XVI, el ayuntamiento, el Museo Thermalia (dedicado a la divulgación de la historia termal de la población, además de consevar el legado del pintor Manolo Hugué, contemporáneo y amigo de Pablo Picasso, también presente con algunas destacadas obras), la iglesia parroquial de Santa María, con un magnífico portal, considerado entre los mejores del barroco catalán.
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