Cada vez que viajamos más, sobre todo a otros países desarrollados, vemos más semejanzas entre los distintos destinos en aspectos como la forma de vestir, la comunicación o hábitos de vida. La globalización es el resultado de la intercomunicación entre los distintos países, entre otros factores.
Cada día las ciudades más importantes del mundo están más globalizadas, siendo principalmente cinco los factores que favorecen el fenómeno de la globalización: el compromiso político, reflejado por ejemplo en las embajadas, el intercambio de información, el capital humano, la actividad económica y la experiencia cultural. La ciudad más cosmopolita y símbolo de la globalización es, sin lugar a dudas, Nueva York. La urbe estadounidense ha recibido durante todo el siglo anterior a personas provenientes de todos los rincones del mundo que han configurado una ciudad cosmopolita y moderna, una ciudad que posee una cultura universal y donde no es difícil escuchar en las calles hablar en español, chino o hebreo. En Europa los ejemplos más claros de ciudades globalizadas son Londres y París. En la capital inglesa se llegan a hablar más de trescientas lenguas distintas y París, considerada la cuna de la democracia, posee numerosas e importantes instituciones internacionales que han atraído a visitantes de muchos rincones del globo. Pero quizás sea el caso de Asia el más interesante por ser el continente en el que más rápido se ha desarrollado el fenómeno de la globalización, debido a grandes intereses económicos. Tokyo, conocida también como la Capital del Este, Seúl, en Corea de Sur, Singapur y Hong Kong son las ciudades más cosmopolitas y globalizadas del lejano oriente, ciudades que además de poseer una economía sólida se han convertido también en destinos turísticos de moda, recibiendo cada año a millones de extranjeros atraídos por su exotismo. Por último, y en el ranking de las ciudades más globalizadas nos encontramos con las ciudades estadounidenses de Chicago y Los Ángeles. Y por último, Toronto, de Canadá, la más grande del frío país americano.
La impresión que me da de Londres cada vez que lo visito es precisamente su multiculturalidad, no importa de dónde eres, cómo eres o con quien vas. La libertad de expresión y de forma de vestir es asombrosa y el respeto también es algo de lo que muchos países y culturas deberíamos aprender.