París posee infinidad de lugares históricos y reconocidos que vale la pena visitar. No solo para sacar esa foto que nos recordará nuestro paso por la ciudad luz, sino por el mero hecho de sentir la riqueza de su arquitectura y el peso histórico que puede sentirse cuando nos paramos frente a su majestuosidad.
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La construcción de la Catedral de Notre Damme, llevó casi 200 años. Muchos visitantes ignoran que fue edificada en honor a María, Madre de Cristo, y que por ello se llama de esta forma: “Nuestra Señora”.
Rodeada por las aguas del Río Sena, la Isla de Cité en París, acoge a una de las catedrales francesas de estilo gótico más antiguas. A su frente se encuentra la plaza Notre Dame, punto cero desde donde se cuentan todas las distancias de Francia.
Si bien los vaivenes de la historia y el paso del tiempo han tenido su repercusión a lo largo de numerosas reconstrucciones, modificaciones y restauraciones, Victor Hugo inmortalizaría el nombre de la Catedral, en su novela mundialmente conocida “Notre Dame de París”, situando personajes y acontecimientos durante la edad media, que formarían parte de la historia del jorobado “Quasimodo”, refugiado de la torre, y eterno enamorado de su bella gitana Esmeralda.
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Sin dudas otro lugar que forma parte de la historia universal y que si tenemos la oportunidad, no deberíamos dejar de visitar.
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